El sexto chakra es conocido como Ajna, que
significa “más allá de la sabiduría” y
también suele hacerse referencia a el como tercer ojo. Se encuentra en el
espacio entre las cejas conocido como tercer ojo, abarcando la glándula
pituitaria, los ojos, la cabeza, y el cerebelo (mira sus otras referencias aquí).
El tercer ojo, invisible
pero poderoso, es el centro de la
intuición que te lleva hacia el conocimiento interno que te guía si se lo
permites. Un sexto chakra equilibrado permite la clarividencia, la telepatía, los sueños lúcidos, amplía la imaginación
y la visualización.
El mundo se experimenta
a través de nuestros cinco sentidos, desde que estas en el vientre materno hasta
este momento, has atribuido tus experiencias a lo que percibes con ellos. Has
aprendido a confiar en lo que puedes degustar, oler, tocar, ver y escuchar,
pero esta experiencia física es tan maravillosa como limitante, más aún cuando
hablamos de la expansión de la conciencia.
Al igual que las aves
pueden presentir cuando un tsunami está por venir, o las hormigas saben que una
tormenta se avecina, los seres humanos también tenemos un sentido intuitivo y conocimiento interior que nos guía y
con el cual podemos presentir cosas; hemos perdido el contacto con este sexto
sentido, al igual que nuestra capacidad de confiar en él y esto se ha acentuado
con el uso de las tecnologías, ya que hemos perdido mucho contacto con nuestro
instinto más primordial para guiarnos.
Hay que recuperar esta
confianza y permitir que la intuición
retome su papel en nuestra vida. Para ello, puedes apoyarte de tus sentidos
físicos ¿cómo? Entendiendo las pistas que te dan para seguir tu intuición. Por
ejemplo, ¿alguna vez has tenido la sensación de que algo que estas a punto de
tomar de tu refrigerador ya no sirve? Digamos que es la leche; tomas el
empaque, lo hueles, hasta revisas la fecha de caducidad y todo parece correcto,
pero cuando la bebes ¡sorpresa! Puedes sentir ese dolor en el estómago que te
indica que efectivamente, contra toda revisión realizada, esa leche ya no estaba
bien. A un nivel muy sutil, tú ya lo habías percibido, tu sentido del olfato
detecto algo que no estaba bien y te dio la indicación, pero tú la pusiste en duda.
Esto también puede pasar
cuando conoces personas que “no te laten” o cuando en un lugar percibes cierta
incomodidad o “mala vibra” y más adelante te das cuenta de que efectivamente
hay algo inarmónico que pudo provocar esa sensación: una persona deshonesta,
una oficina conflictiva, etc. Esto lo detectas a través de pequeñas
percepciones de tus sentidos, pero como no hay algo tan obvio o a la vista, lo
ignoras.
Puedes utilizar tu sexto
sentido para pedir orientación y así
tomar las decisiones correctas. Ya
cuentas con tu mente, intelecto y ego, y ahora también puedes incluir a tu alma
en el proceso de tomar decisiones. Para recuperar la confianza en las pistas
que tu intuición percibe y te transmite, y guiarte nuevamente con el apoyo de
tu sexto sentido, puedes realizar un ejercicio muy sencillo: ir anotando las
decisiones que has tomado y que han resultado acertadas, de esta manera tendrás
un recordatorio y reforzaras que tu intuición te guía en la dirección correcta.
También presta atención a tus corazonadas o a esas sutiles sensaciones que te
hacen ir hacia adelante o retroceder; si no sabes qué hacer, pide a tu sentido
de la intuición que se abra a fin de ayudarte a tomar la decisión correcta.
Recuerda: al igual que
los animales en el bosque, tú también has tenido este sexto sentido siempre. Simplemente
necesitas encontrarlo de nuevo y usarlo.
Si deseas aprender más
sobre Ajna, tu sexto chakra y la intuición, hemos recopilado varias
publicaciones para que profundices en su conocimiento:
¡Que las disfrutes y,
sobre todo, las aproveches!
Luz y Amor.
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