Hoy el mundo se pinta de rojo y rosa... un día con corazones, flores y romanticismo flotando en el ambiente y todo ello por los festejos del Día de San Valentín.
El Día de San Valentín es una de las fechas más famosas en el mundo, y algunos países como México la han cambiado un poco, incluyendo no solo al amor de pareja sino a la amistad también, dando como resultado El Día del Amor y la Amistad. Pero pocos saben cómo nació esta festividad. En realidad existen varias leyendas relacionadas con el origen de las celebraciones del 14 de febrero, curiosamente todas relacionadas con mártires cristianos; hoy conoceremos una de ellas.
Esta historia del día de San Valentín comienza en el siglo tercero, con Claudio III, un tirano emperador romano y un humilde mártir cristiano llamado Valentino.
Claudio había ordenado a todos los cristianos adorar a doce dioses, y había declarado que asociarse con cristianos era un crimen castigado con la pena de muerte.
Valentino se había dedicado a los ideales de Cristo y ni siquiera las amenazas de muerte le detenían de practicar sus creencias.
Valentino fue arrestado y enviado a prisión.
Durante las últimas semanas de su vida, algo impresionante sucedió.
El carcelero, habiendo visto que Valentino era un hombre de letras, pidió permiso para traer a su hija, Julia, a recibir lecciones de Valentino.
Julia, quien había sido ciega desde su nacimiento, era una joven preciosa y de mente ágil.
Valentino le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios.
Ella vio el mundo a través de los ojos de Valentino, confió en su sabiduría y encontró apoyo en su tranquila fortaleza.
-"¿Valentino, es verdad que Dios escucha nuestras oraciones?" Julia le preguntó un día.
-"Si, mi niña. El escucha todas y cada una de nuestra oraciones," le respondió Valentino.
-"¿Sabes lo que le pido a Dios cada noche y cada mañana? Yo rezo porque pueda ver. Tengo grandes deseos de ver todo lo que me has contado!"
Valentino le contestó: "Dios siempre hace lo mejor para nosotros, si creemos en El."
-"Oh, Valentino, yo si creo en Dios", dijo Julia con mucha intensidad. "Yo creo."
Ella se arrodilló y apretó la mano de Valentino.
Se sentaron juntos, cada uno en oración.
De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la prisión.
Radiante, Julia exclamó, "Valentino, puedo ver, puedo ver!"
-"Gloria a Dios!" exclamó Valentino.
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La Puerta de Valentino, en la actualidad llamada Porta del Popolo. |
En la víspera de su muerte, Valentino le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De Tu Valentino".
Valentino fue ejecutado el día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentino para honrar su memoria.
Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Praxedes en Roma.
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Basilica de San Praxedes, Roma, donde yacen los restos de Valentino |
Cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba.
Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
En cada 14 de febrero, el día de San Valentín, mensajes de afecto, amor y devoción son intercambiados alrededor del mundo, como seguimiento a los pasos de Valentino an sus últimos días de vida.
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