Todos deseamos algo en la vida, cosas grandes o pequeñas, pero todos ambicionamos algo.
Cuando miramos la vida desde una perspectiva espiritual,
una de las primeras libertades que tendemos a coartar es la financiera, condenando y limitando nuestros deseos relacionados
a ambiciones monetarias o materiales. Comenzamos a clasificarlos como algo
mundano y demasiado terreno para la búsqueda trascendental y por ende malo o
contrario a la vida espiritual.
Pero anhelar una vida mejor o ser rico no tiene absolutamente nada de malo. Somos seres viviendo
una experiencia terrena y con necesidades humanas, está en nuestra naturaleza
el deseo de vivir mejor y superarnos, por lo que hay que empezar a cambiar esta
perspectiva de que ser ambicioso es algo malo o criticar a quienes lo son, pues
desear y tener comodidades y bienes
materiales no es un pecado y, por el contrario, puede convertirse en una
fortaleza, un motor motivante que nos
impulse a salir en búsqueda de la materialización de nuestros deseos.
Hace poco leía una entrevista con el mago más famoso de
los últimos tiempos: Harry Potter…
bueno, en realidad no era con él, sino con Daniel Radcliffe, el actor que le
dio vida al mago durante las versiones cinematográficas de la popular saga.
Daniel, quien se volvió millonario desde muy pequeño gracias
a su trabajo en Harry Potter, comentaba: “En
realidad no hago nada con mi dinero. Estoy muy agradecido, porque tener dinero
significa que no tienes que preocuparte por ello, lo cual es una libertad
estupenda. Y también me da mucha libertad en mi carrera”; después, profundizaba
en el tema y mencionaba como tener cubierto el aspecto financiero de su vida,
le ha permitido darse el lujo de escoger las películas que el en realidad
quiere hacer, arriesgarse a encarnar los papeles que de verdad desea, sin tener
que estar buscando y obligándose a hacer aquellos que le den para vivir.
¡Eso! LIBERTAD,
es por ello que la riqueza, mientras se tengan nuestros valores bien firmes y
nuestro centro equilibrado, no es “un mal”, ni nos convierte en seres alejados
de la espiritualidad. La libertad de todo tipo, desde prejuicios hasta de
decisión, es un regalo divino y si tener tranquilidad financiera nos acerca más
a ella, entonces deberíamos empezar a mirar
todo este asunto con nuevos ojos.
Como bien comentaba Daniel, cuando tus necesidades
básicas están cubiertas, puedes dejar esa preocupación a un lado, para
enfocarte en otras cosas; es decir, la
libertad financiera, te abre a la libertad en otros aspectos de tu vida y
te permite tomar decisiones alineadas con tus verdaderos deseos.
Esto lo observamos desde nuestros chakras; el primero de
ellos está estrechamente relacionado con nuestro instinto de supervivencia, y si nos sentimos inseguros o sufrimos
carencias, este chakra se bloquea, y al ser la base de nuestro sistema
energético, ¿qué pasa si la energía no puede pasar de ahí?, pues que el resto
de nuestros chakras no reciben la energía que debería estar fluyendo hacia
ellos, ya que el bloqueo del primer chakra no lo permite; es como cuando estas
regando el césped con una manguera y alguien llega a pisar el extremo de la manguera
próximo a la llave del agua, aunque el agua quiera seguir su camino para salir
por el otro extremo de la manguera, no lo logrará o apenas un chorrito podrá
pasar, pues el pie obstruye el paso del agua.
En cambio, cuando no te preocupas de si mañana tendrás
para comer o si te alcanzará el dinero para llegar a fin de mes, tu energía queda completamente libre para
ocuparse de otros asuntos, puede fluir para ser usada en otras áreas de tu
vida. Es así como la libertad financiera te acerca más a tus otros objetivos. Con la libertad financiera, decides con
base en lo que quieres, no en lo que debes o puedes. Por ejemplo, si tienes
la tranquilidad de ahorros en el banco, puedes darte el lujo de rechazar ofertas
de trabajo que no son para ti o puedes tomarte algunos días libres
holgadamente.
Si te identificas con los prejuicios y limitantes
expuestos, de corazón te invitamos a tratar de ver los asuntos materiales desde
esta nueva perspectiva, reconociéndote como el ser divino que eres y también
con el derecho de vivir en abundancia y prosperidad.
Una cosa no tiene por qué estar peleada con la otra, al contrario, pueden
complementarse y darte la posibilidad de vivir una espiritual plena en
tu experiencia humana.
Te recomendamos estos recursos para
tu camino a la libertad financiera:
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