Una lista de correo a la que tengo suscripción, mandó una nota compartiendo los resultados de un nuevo estudio que demostraba (¡una vez más!) los beneficios de la meditación.
Siempre es interesante encontrar datos científicos que avalen lo que místicos y metafísicos saben desde hace siglos. Lamentablemente, en la vida actual, muchas veces necesitamos “convencernos” (léase, callar a la mente primero) para que coopere y poder acceder a las maravillas de las practicas espirituales.
La investigación fue llevada a cabo con la colaboración del equipo del área de neurociencias afectivas que dirige el Dr. Richard J. Davidson, del Center for Investigating Healthy Minds en la Universidad de Wisconsin-Madison y confirma que la práctica de la meditación:
-Mejora la resistencia al estrés.
-Mejora la salud cardiovascular.
-Beneficia a la respuesta inmunitaria.
-Mejora la atención.
-Preserva ciertas zonas del cerebro que tienden a envejecer.
El estudio comparó a dos grupos: meditadores con un grado de experiencia avanzado (3 años, con un mínimo de meditación diaria de 30 minutos) y un grupo de control, conformado de personas sin experiencia en meditación. La idea era investigar los efectos de un día de meditación basada en la atención plena, mientras que el grupo control realizaba diversas actividades no meditativas dentro de un ambiente relajante.
Los resultados de ambos grupos se compararon y los resultados fueron sorprendentes: a las pocas horas los meditadores mostraron diferencias en los genes y proteínas en células de la sangre que no se observaron en el grupo de control.
“El grupo de meditadores presentó una disminución significativa de la expresión de algunos genes que son dianas farmacológicas actuales para tratamientos antiinflamatorios y analgésicos. Estos mecanismos moleculares podrían ser los responsables del potencial terapéutico del entrenamiento en la práctica de la atención plena”, asegura la bioquímica Perla Kaliman, investigadora de este estudio.
Uno de los beneficios de la meditación es la estimulación de una parte del cerebro llamada amígdala, responsable de desencadenar la reacción ante el estrés y este beneficio puede manifestarse con tan solo dos meses de práctica diaria de la meditación. Además de esto, se pudo comprobar que:
-Meditar puede cambiar hasta la genética.
-Meditar ayuda a bajar el estrés, mejorar las funciones cardíacas y el sistema inmunológico.
-No se necesita más que hacer 10 minutos de relajación diaria.
-Se pueden ver resultados con solo 2 meses de práctica.
También asevera que cualquiera puede sentir sus beneficios aún sin ser consciente de ello: solamente con enfocar la atención en nuestra respiración, cualquier persona sin entrenamiento en meditación, puede desencadenar la relajación; la primera evidencia de ello, es la notoria disminución del ritmo respiratorio. Cuando estés meditando y llegues a dudar de su beneficio, recuerda este dato, inmediatamente tendrás como comprobarte a ti mismo que la práctica está funcionando.
Y ahora que sabes más sobre los beneficios de la meditación y además esta avalado por la ciencia, ¿qué esperas? ¡Vamos a meditar!
Si deseas leer la nota completa de este estudio, puedes
encontrarla aquí.
Tu opinión es importante...compártela aquí: