Consagrar quiere decir HACER SAGRADO, o sea darle un destino o propósito a algo, en este caso a una vela.
A través de la consagración, impregnamos nuestra vela a nivel energético, del propósito concreto que deseamos, usando la energía del pensamiento, la intención, la visualización y la emoción juntas, permitiéndole fluir, llegar y sellarse en la vela a través de la energía de nuestras manos.
La consagración da el impulso, la fuerza y el poder para que la energía de todos los elementos mágicos (color, aroma, etc.) se muevan en base a nuestro propósito específico. De esta manera, reunimos todas las piezas para crear una vela mágica, viva y poderosa.
Pasos para la consagración de una vela
Crea un espacio sagrado para este momento; puedes armonizarlo con inciensos, velas, música y todo aquello que te sintonice con lo que vas a realizar.
Recuerda que debes limpiar tu vela antes de iniciar la consagración.
Ten en mente el propósito para el cuál deseas consagrar tu vela.
Frota las palmas de tus manos para abrir tus centros de energía y visualiza un rayo blanco que entra por tu coronilla, conectándote con la Fuente Divina de Luz, visualiza como este rayo desciende por tu frente, la garganta y el corazón, para finalmente, encontrar salida a través de tus manos.
Toma tu vela entre tus manos y mentalmente consagra tu vela, puedes hacerlo a través de palabras sencillas como: “Yo consagro esta vela para... (encontrar amor, trabajo, salud, etc.)”.
Continua con tu vela entre tus manos, siente como vibran tus manos y como a nivel mental estás transmitiendo tus pensamientos. Repite la afirmación 3 veces.
Continua con tu vela entre las manos y ahora visualiza como sería si lograras tu propósito, por ejemplo, si estás trabajando con un propósito para incrementar el flujo de dinero, visualízate con libertad económica, visualiza tu estado de cuenta ascendiendo, imagina billetes volando hacia a ti, en fin, visualiza y proyecta todas esas imágenes a tu vela.
Ahora permítete sentir lo feliz que serías si lograras tu proyecto, permítete sentir todas las emociones positivas posibles, alegría, paz, serenidad, amor, libertad, etc. Todas las emociones se están sellando en tu vela.
Cuando finalices, da gracias por este momento y agradece a la vela por el trabajo que realizarán juntos.
Tu vela ha sido consagrada.
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