Si haces lo
máximo que puedas en la búsqueda de tu libertad personal y de tu autoestima,
descubrirás que encontrar lo que buscas es sólo cuestión de tiempo. No se trata de soñar despierto ni de
sentarse varias horas a soñar mientras meditas. Debes ponerte en pie y actuar
como un ser humano. Debes honrar al hombre o la mujer que eres. Debes
respetar tu cuerpo, disfrutarlo, amarlo, alimentarlo, limpiarlo y sanarlo.
Ejercítalo y haz todo lo que le haga sentirse bien. Esto es una puja para tu
cuerpo, es una comunión entre Dios y tú.
No es necesario
que adores a ninguna imagen de la Virgen María, de Cristo o de Buda. Puedes
hacerlo si quieres; si te hace sentir bien, hazlo. Tu propio cuerpo es una manifestación de Dios, y si honras a tu
cuerpo, todo cambiará para ti. Cuando des amor a todas las partes de tu cuerpo,
plantarás semillas de amor en tu mente, y cuando crezcan, amarás, honrarás y
respetarás tu cuerpo inmensamente.
Entonces, toda
acción se convertirá en un ritual mediante el cual honrarás a Dios. Después de
esto, el siguiente paso consistirá en honrar a Dios con cada pensamiento, con
cada emoción, con cada creencia, tanto si es “correcta” como si es
“incorrecta”.
Cada pensamiento
se convertirá en una comunión con Dios y vivirás un sueño sin juicios, sin ser
una víctima y libre de la necesidad de chismorrear y maltratarte.
Lo anterior, es
un extracto del quinto capítulo del libro “Los cuatro acuerdos” de Miguel Ruiz, un libro muy recomendado y
que además es muy sencillo de leer (¡y de aplicar!). Si te interesa leer el
libro completo, puedes descargar este y otros libros de nuestro LIBRERO, donde puedes bajar libros en formato .pdf de
manera libre y gratuita.
Buen recordatorio! Un abrazo esencial =)
ResponderEliminar:)
EliminarSiii.... a veces olvidamos las cosas mas simples y nunca esta de mas desempolvarlas... un abrazo de luz vimirehoy.... gracias por pasarte nuevamente por acá ;)