Cuando de vidas pasadas se trata, una de las grandes dudas es comprender en que parte de nuestra psique se quedan alojados los recuerdos de ese tiempo.
Mucha información puede recabarse de los registros akashicos personales y del mundo en su conjunto. Adicionalmente es interesante saber que Sigmund Freud, en un artículo titulado "El block maravilloso" explicó que todo contenido reprimido es inconsciente, pero no todo lo inconsciente es reprimido.
De esta forma, podremos comprender que en el psiquismo se pueden alojar contenidos de las más diversas características. Así se puede afirmar que existen varios inconscientes, y uno de ellos es aquel donde se guarda la memoria ontológica (nos referimos a la memoria individual).
Ahora seguramente surgirá la pregunta de por qué no recordamos estos hechos voluntariamente...
Pues bien, si cada uno de esos recuerdos de vidas pasadas apareciera en la conciencia por simple asociación o evocación, entonces nos resultaría insoportable tolerar la invasión y mantenernos organizados psíquicamente.
Imaginémonos caminando por un lugar y, al mismo tiempo, comenzar a recordar las miles de veces que ya lo hemos hecho de la misma forma, sintiendo iguales emociones... abrumador, cierto? sería un ejercicio bastante fuerte, además de una desviación energética muy grande y una perdida de enfoque de la vida y situación actuales.
La única parte de lo vivido que queda íntegramente en nuestro inconsciente son los mecanismos de defensa o respuesta que desarrollamos ante ello. La respuesta es muy importante, ya que en ella descubriremos la clave para resolver o disolver los conflictos que nos acompañan y sufrimos desde siempre, inconmovibles ante toda terapia tradicional... por esto es que la respuesta o mecanismo de defensa quedan manifiestos y no así los recuerdos específicos que lo desarrollaron, porque ellos nos ponen de frente ante la situación a resolver.
En cada cuerpo energético, también quedan las marcas enquistadas de las circunstancias traumáticas vividas, obstruyendo de este modo el libre fluir de la energía en y entre cada uno de nuestros cuerpos sutiles.
La herida se mantiene en el inconsciente del cuerpo mental, por lo tanto, esa será la representación, la marca, la grabación, que rige actualmente nuestra vida. Es precisamente recordando lo traumático cuando dejamos de repetirlo y logramos elaborarlo en el plano consciente, sintiendo que desde ese momento nos liberamos de las cadenas que nos ataban al trauma.
Cuando nos referimos a fobias, dolores crónicos, situaciones conflictivas repetitivas y relaciones complicadas, seguramente encontraremos su origen en otro tiempo y lugar, y es nuestra obligación y responsabilidad para con nosotros mismos sentirnos más libres en cada renacimiento, desarrollando una vida cualitativamente mejor a medida que crecemos, hecho que se logra viviendo cada etapa como nueva, pero utilizando siempre lo que ya hemos aprendido anteriormente.
Hola Hermosa!. Me apasiona este tema. Me inclino por los Registros Akáshicos, y creo que en un estado de meditación profunda podemos acceder a ellos. Cada vez son más conocidas las terapias que trabajan sobre traumas no resueltos de vidas pasadas. Hay bibliografía muy interesante y seria sobre el tema. Puede ser una experiencia fascinante y también dolorosa, depende de la memoria a la que se acceda; pero útil sobre todo, si se sabe trabajarla. Creo que la mayoría tuvimos esa sensación conocer “de antes” a una persona que vemos por primera vez.
ResponderEliminarAh!, también amo Egipto.
Besos.
Si Elsie, este tema en realidad puede dar para un buen rato de información y jamás nos aburriríamos de explorarlo!
ResponderEliminarLo más importante es resolver los temas pasados traumáticos e/o inconclusos de anteriores encarnaciones, además de recobrar lo que ya hayamos aprendido en esas anteriores vidas para apoyarnos con ese conocimiento en las nuevas experiencias que en la actual vivencia estamos experimentando...
Un beso enorme y mucha luz querida Elsie!!!