Aunque lo tengamos todo, a veces olvidamos cómo ser felices, por eso, hoy traemos para ti, las principales actitudes que contribuyen a nuestra felicidad y que están avaladas científicamente:
1. Haz ejercicio, aunque sea durante 7 minutos diarios.
El ejercicio tiene un efecto tan profundo en nuestra felicidad y en nuestro bienestar que se ha convertido en una estrategia eficaz para combatir la depresión. Así lo demuestra un estudio citado en el libro de Shawn Achor, The Happiness Advantage. Tres grupos de pacientes deprimidos fueron tratados con medicación, con deporte o con una combinación de ambos. Los resultados fueron sorprendentes: todos los grupos experimentaron una mejoría y sólo un 9% de los que habían paliado su depresión con el deporte había recaído a los seis meses. Los beneficios del deporte son positivos en cualquier persona que haga ejercicio y desee ser un poco más feliz a lo largo del día.
2. Duerme más.
Dormir te vuelve menos susceptible ante las emociones negativas. Dormir es muy importante para que el cuerpo se recupere de su actividad diaria. Además, tiene efectos muy positivos en nuestra alegría. Así lo confirman Po Bronson y Ashley Merryman en NurtureShock, donde aluden al hecho de que los estímulos negativos se procesan en la amígdala y los positivos y los neutrales en el hipocampo. La falta de sueño afecta con mayor intensidad al hipocampo, por lo que las personas que duermen mal tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los eventos negativos y a olvidar los positivos. El humor con que afrontamos las primeras horas del día puede condicionar la jornada completa, de modo que es importante descansar bien.
3. Pasa más tiempo con los amigos y la familia.
No haber pasado el tiempo suficiente con los amigos y la familia es uno de los principales arrepentimientos que expresa la gente antes de morir. De acuerdo con Daniel Gilbert, profesor de psicología de Harvard: "Somos felices cuando tenemos familia y somos felices cuando tenemos amigos, y casi todas las otras cosas que creemos que nos hacen felices son, en realidad, vías para tener más amigos y más familia". Asimismo, el estudio Terman, señala que las relaciones con los demás son fundamentales para vivir una vida larga y feliz: "El beneficio más claro de las relaciones sociales viene de ayudar a los demás. Aquellos que ayudaban a sus amigos y sus vecinos, aconsejando y cuidando de los demás, tendían a vivir más que el resto".
4. Sal a la calle con frecuencia.
En su libro The Happiness Advantage, Shawn Achor recomienda pasar tiempo al aire libre para aumentar la alegría y el buen humor: "Un estudio reveló que pasar 20 minutos en la calle cuando hace buen tiempo no sólo propicia el buen humor, sino que desencadena la reflexión y mejora la memoria", señala. Así, aunque sea simplemente en el descanso para comer, reserva unos minutos al día para que te dé el aire.
5. Ayuda a los demás.
Para ser felices resulta imprescindible ayudar a los demás. Y parece que 100 horas al año (dos horas a la semana) es el tiempo que debemos dedicar. El Journal of Happiness Studies publicó una investigación que aludía al hecho de que la gente a la que se le había encargado comprar algo para otra persona experimentaba una felicidad mucho mayor que aquellos que se habían comprado algo a sí mismos.
6. Sonríe.
No se trata de fingir, pero sonreír nos puede hacer sentir mejor. Por supuesto, es importante que la sonrisa sea el producto de cultivar pensamientos positivos, como afirma un estudio de la Michigan State University. Éste sugiere que los que trabajan de cara al público, si fuerzan una sonrisa falsa a lo largo del día provocan que su estado de ánimo empeore y terminen por dejar el trabajo. Sin embargo, aquellos que sonríen como resultado de pensar en cosas positivas mejoran su estado de ánimo y están más alegres.
7. Medita.
Un equipo de investigación del Massachusetts General Hospital realizó escáneres cerebrales a 16 personas antes y después de su participación en un curso de meditación de ocho semanas. El estudio, publicado en Psychiatry Research: Neuroimaging, concluía que tras completar el curso las partes del cerebro asociadas con la compasión y la conciencia propia habían crecido, mientras que las partes relacionadas con el estrés se reducían. Además, meditar suele relajarnos y clarificar nuestra mente, lo que también contribuye a nuestra propia felicidad.
8. Practica la gratitud.
Estar agradecidos por las cosas que tenemos es muy importante para ser conscientes de nuestra felicidad y disfrutarla más. De hecho, los participantes de un experimento ligado a la gratitud debían, en primer lugar, escribir una lista de las cosas por las que estaban agradecidos, y ese simple hecho ya mejoró su estado de ánimo.
Así como invertimos dinero en ciertos aspectos de la vida, de la misma manera debemos invertir nuestro tiempo en actividades que nos proporcionen grandes dosis de alegría. Lo mejor de todo, es que se trata de cosas sencillas, como lo afirmaba Albert Einstein:
"Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita un hombre para ser feliz?".
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