Cuando ingresamos a nuestros registros akáshicos con el propósito de sanar algún aspecto de nuestra alma, somos dirigidos al origen, justo donde el karma o el bloqueo se creó, ya sea en nuestra vida presente o vidas anteriores, dándonos la oportunidad de corregir o transformar desde ahí el punto de desequilibrio. De esta forma, comenzamos a trascender los límites del tiempo, el espacio y la materia para añadir mucha más consciencia a nuestro proceso de sanación.
Cuando sanamos desde este punto, estamos sanando desde los registros de la memoria álmica la causa de cada afección, liberando de esta forma el karma personal y planetario a través del encuentro de las raíces o causas de las limitaciones, miedos, enfermedades, enojos, abusos, etc.
Por lo anterior es que este proceso puede resultar muy fuerte de llevar, ya que al abrir un registro akáshico comienza una movilización de energía que toca muchos aspectos, comenzando por impregnar la frecuencia energética que rige el registro o la historia que se está revisando, seguido de la revelación del origen de nuestra afección, para así tomar consciencia y comprender el porqué de nuestra creación en el presente.
Una vez pasado este proceso, podremos reconocer nuestra falla o error y es ahí donde modificamos nuestras actitudes y/o acciones y transformamos nuestro presente.
Además de detectar el origen profundo de una enfermedad, el acceso a los registros akáshicos nos da la posibilidad de conectar con la naturaleza para sanar.
Supongamos que sufres de una afección en las vías respiratorias porque vives en una ciudad con mucha contaminación, y sabes que el eucalipto te produce alivio. Al trabajar con los registros akáshicos se abre la posibilidad de conectar con los registros akáshicos del árbol de eucalipto y desde ahí, el te pueda indicar claramente lo que es capaz de transmitirte a través de sus hojas y tallos y que es lo que se equilibra cada vez que tú sientes alivio al respirar a través de las infusiones o inhalaciones.
Es decir, puedes tomar la parte ESENCIAL del eucalipto y trasladarlo a tus pulmones, sin necesidad de cortar las ramas del árbol. Esto lo podemos lograr con cada elementos de la naturaleza, encontrando ayuda y sanación sin necesidad de la intervención física.
¿Te imaginas la maravilla de lograr esto? Significa un gran paso en nuestra evolución, ya que es un tremendo logro trascender la vida en la tercera dimensión para comenzar a tocar los límites que pertenecen a la cuarta.
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