Este ejercicio está diseñado para prevenirnos de caer en las tensiones y el estrés que tanto perjudican al espíritu y al cuerpo humano. Ayuda a armonizar la vida de las personas y alcanzar el equilibrio del cuerpo, de la mente y del espíritu. De este modo, será muy fácil poder alcanzar la felicidad y una vida mucho más saludable.
Para realizarlo, acompáñate de una música suave pero rítmica, comienza a mover los brazos lentamente hacia arriba y hacia abajo con las palmas hacia arriba, manteniendo las plantas de los pies bien apoyadas sobre el suelo. La idea es sentir poco a poco la flexibilidad a medida que el cuerpo se va relajando mientras se observa la respiración.
Con las piernas separadas, la intención es ahora equilibrar las energías del ying y yang. Con las manos separadas, ir de a poco juntándolas y luego separarlas con suavidad. Como si se tocara un bandoneón.
Inspirando y expirando levantar suavemente una mano mientras se coloca la otra debajo. Girar para que las manos queden invertidas. Repetir varias veces.
Para terminar con la sesión, se puede imaginar una gran bola de energía que sostenemos con los brazos y que se va incorporando dentro del cuerpo. No olvidar inhalar y exhalar con serenidad.
Con la práctica de la respiración y estos ejercicios, el nivel de estrés disminuye y la persona se sentirá mucho más tranquila. Solamente hay que intentarlo para notar las sensaciones tan placenteras que fluyen por todo el cuerpo.
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