
Al estar en este tipo de situaciones las frecuencias energéticas negativas se instalan en nuestro campo de energía, generando costras negativas que disminuyen la frecuencia de vibración y establecen patrones de “malas vibras” o “costras psíquicas”.
Cuando estas costras se han instalado comienza el proceso de atracción de energía similar, la cual los seres humanos estamos acostumbrados a llamar “mala suerte”, o “mala racha”; la salud se empobrece, la energía física decrece, se pierden buenas oportunidades, los caminos parecieran cerrarse y las cosas comienzan a perder su equilibrio perfecto.
Este es el momento en que nos ayudaría buscar alguna forma para limpiarnos de esas energías intrusas, por ejemplo por medio de reiki, hierbas, esencias, velas o alguna otra forma que nos ayude a estabilizar la frecuencia de nuestro campo energético.
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