
Siendo niños nos dejamos guíar mejor por nuestra intuición, por la nobleza de nuestros buenos sentimientos; las guerras y falta de entendimiento y desconexión espiritual tan entendidos por los adultos son inexistentes para la pureza del alma infantil.
En esta foto resumimos tanto, dejemos que este instante capturado para la eternidad nos muestre como Israel y Palestina, dos grandes pueblos, pueden abrazarse y caminar juntos, como de manera tan simple y alejada del ego humano lo hacen este hermoso par de niños.
Como la autora del mismo blog dice en el post relacionado: "Que este no sea solo un abrazo a la esperanza sino que sea la esperanza misma el reencuentro de amor entre dos hermanos."
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