"Los cobardes y sólo los cobardes viven con la cabeza; están atemorizados, se rodean de la seguridad de la razón. Atemorizados, cierran todas las ventanas y las puertas y se esconden detrás."
-Osho-
Valentía no significa ausencia de miedos, sino actuar a pesar de ellos.
Cuando te adentras en lo desconocido, tienes miedo porque no sabes lo que te
puede suceder.
La única diferencia entre una
persona cobarde y una valiente es que el
cobarde escucha sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y continúa
su camino.
Es normal, nuestro instinto
primario es animal. Tenemos gravados en los surcos más profundos de nuestro
cerebro el cómo reaccionar ante cualquier peligro. El miedo es útil en situaciones que podrían poner en peligro nuestra
vida. El miedo es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural
al riesgo o la amenaza.
Como seres humanos que somos, a medida que afrontamos la aventura de lo
desconocido, los miedos van desapareciendo. Nos volvemos más fuertes y más
íntegros y eso agudiza nuestra inteligencia. Debemos aceptar el desafío de lo
incierto y superar nuestros miedos.
La mayoría de cosas que evitamos,
las evitamos porque tenemos miedo de tener miedo. Y lo peor de todo, cuando
tenemos miedo no habiendo peligro a nuestro alrededor, inventamos el peligro
para poder justificar el miedo. El problema
no está en sentir el miedo, sino en tenerlo cuando no hay un motivo real.
Una persona pierde el miedo cuando acepta sus miedos. Es
cuestión de darse cuenta de que es natural tener miedo. Es cuestión de
confianza y autoestima.
Seamos valientes, permitamos que
nuestros sueños se hagan realidad, porque únicamente cuando hayamos apartado
nuestros miedos y recobremos nuestra autoconfianza, veremos que no sólo los
riesgos son menores de lo que parecían sino que el mayor riesgo de todos es no
habernos atrevido a soñar.
Tu opinión es importante...compártela aquí: