Cuando algo en nuestra vida no funciona, otras áreas de nuestra vida se verán afectadas como consecuencia.
Por ejemplo, si estamos pasando por un divorcio, tal vez suframos de depresión, perdamos el trabajo y nuestros aparatos eléctricos comiencen a fallar en cadena, al mismo tiempo, podremos sufrir de dolor en la espalda o afecciones respiratorias. Esto tiene cierta lógica, pues todo lo que nos rodea es reflejo de nuestra energía, de nuestra aura, de nuestro ADN y todo esto está conformado por un cúmulo de información que va desde nuestra forma de percibir el mundo, nuestra forma de pensar y sentir, hasta nuestra herencia ancestral. Energéticamente, somos un libro que no solo almacena nuestra historia personal, sino también nuestra historia ancestral. Nuestra energía es una, así que creará la misma realidad en todas las áreas aunque bajo diferentes formas.
Cuando trabajamos internamente un tema en nuestra vida, todas las demás áreas se transforman aunque no tengan una relación aparente, por ejemplo, una persona que logra superar las heridas del divorcio, comenzará a experimentar mejoría en su trabajo, el flujo del dinero, podrá atraer a personas positivas y nuevas oportunidades.
Las circunstancias solo son un reflejo de lo que estamos vibrando internamente, no importa la forma. Podemos pensar que superamos un tema de amor o de dinero, cuando en verdad estamos superando un tema de autoestima o amor propio, por ejemplo, si el divorcio se da porque estamos poniendo un límite a una relación destructiva, en apariencia estamos resolviendo la ruptura de una relación, cuando en realidad, estamos resolviendo un tema de autoestima. Si debido a la baja autoestima que ya se tiene, nos conformamos con un empleo que no cubra nuestras necesidades materiales, al restaurarla, cambiará nuestra visión sobre el tema y automáticamente, se abrirán nuevas oportunidades. Aquí el divorcio se convierte en una elección, es como decirle al universo “ya no quiero más de esto”… por lo tanto, la próxima vez, el universo nos enviará a una persona ALINEADA con nuestra nueva vibración, que ahora tiene la frecuencia del amor hacia uno mismo, lo que nos abre a oportunidades y experiencias más positivas y placenteras.
Por ejemplo, hace unos días, un paciente se lamentaba por haber perdido su empleo, no comprendía porque había sucedido y la incertidumbre no lo dejaba dormir. Esta persona no era consciente de que tenía tiempo trabajando en algo que no le gustaba, que tenía muchos conflictos con sus compañeros de trabajo y que seguí ahí solo por dinero, pero cada mañana le costaba mucho trabajo levantarse y comenzar su día, eran continuos sus estados depresivos pero seguía en pie. Al momento en que le pidieron su renuncia, lo vivió como algo muy dramático, pero en realidad ¡el universo estaba respondiendo a su pedido! ¡lo estaba liberando de una carga! ¡lo único que tenía que hacer era voltear hacia otro lado y ELEGIR (ahora si) lo que verdaderamente amaba!... (todo un desafío cuando no sabemos escucharnos a nosotros mismos). En cuanto pudo comprender esto, pudo conectar con una de las energías más poderosa: El agradecimiento y justo ahí, le llegó la oportunidad que esperaba. Hoy en día cuenta con un trabajo menos esclavizado, con un buen sueldo, en donde puede desarrollar toda su creatividad. Justo en su ambiente de trabajo, conoció a una chica que hoy en día es su pareja.
Cuando hacemos lo que amamos, es más fácil conectar con el amor en todo sentido. Todas las demás áreas se van ordenando como consecuencia.
Los cambios siempre dan temor pues no sabemos lo que viene, sin embargo, es importante fluir ante ellos. Las resistencias siempre se traducirán en dolor, retrasos y contratiempos. Nuestras culpas y miedo se convertirán en auto-negación.
En la medida en la que somos conscientes de lo que no nos pertenece, lo soltamos, nos abrimos al cambio y nos permitimos fluir, es ahí donde creamos la magia, donde nos volvemos alquimistas, donde somos capaces de transformar nuestra realidad.
Por ejemplo, si estamos pasando por un divorcio, tal vez suframos de depresión, perdamos el trabajo y nuestros aparatos eléctricos comiencen a fallar en cadena, al mismo tiempo, podremos sufrir de dolor en la espalda o afecciones respiratorias. Esto tiene cierta lógica, pues todo lo que nos rodea es reflejo de nuestra energía, de nuestra aura, de nuestro ADN y todo esto está conformado por un cúmulo de información que va desde nuestra forma de percibir el mundo, nuestra forma de pensar y sentir, hasta nuestra herencia ancestral. Energéticamente, somos un libro que no solo almacena nuestra historia personal, sino también nuestra historia ancestral. Nuestra energía es una, así que creará la misma realidad en todas las áreas aunque bajo diferentes formas.
Cuando trabajamos internamente un tema en nuestra vida, todas las demás áreas se transforman aunque no tengan una relación aparente, por ejemplo, una persona que logra superar las heridas del divorcio, comenzará a experimentar mejoría en su trabajo, el flujo del dinero, podrá atraer a personas positivas y nuevas oportunidades.
Las circunstancias solo son un reflejo de lo que estamos vibrando internamente, no importa la forma. Podemos pensar que superamos un tema de amor o de dinero, cuando en verdad estamos superando un tema de autoestima o amor propio, por ejemplo, si el divorcio se da porque estamos poniendo un límite a una relación destructiva, en apariencia estamos resolviendo la ruptura de una relación, cuando en realidad, estamos resolviendo un tema de autoestima. Si debido a la baja autoestima que ya se tiene, nos conformamos con un empleo que no cubra nuestras necesidades materiales, al restaurarla, cambiará nuestra visión sobre el tema y automáticamente, se abrirán nuevas oportunidades. Aquí el divorcio se convierte en una elección, es como decirle al universo “ya no quiero más de esto”… por lo tanto, la próxima vez, el universo nos enviará a una persona ALINEADA con nuestra nueva vibración, que ahora tiene la frecuencia del amor hacia uno mismo, lo que nos abre a oportunidades y experiencias más positivas y placenteras.
Por ejemplo, hace unos días, un paciente se lamentaba por haber perdido su empleo, no comprendía porque había sucedido y la incertidumbre no lo dejaba dormir. Esta persona no era consciente de que tenía tiempo trabajando en algo que no le gustaba, que tenía muchos conflictos con sus compañeros de trabajo y que seguí ahí solo por dinero, pero cada mañana le costaba mucho trabajo levantarse y comenzar su día, eran continuos sus estados depresivos pero seguía en pie. Al momento en que le pidieron su renuncia, lo vivió como algo muy dramático, pero en realidad ¡el universo estaba respondiendo a su pedido! ¡lo estaba liberando de una carga! ¡lo único que tenía que hacer era voltear hacia otro lado y ELEGIR (ahora si) lo que verdaderamente amaba!... (todo un desafío cuando no sabemos escucharnos a nosotros mismos). En cuanto pudo comprender esto, pudo conectar con una de las energías más poderosa: El agradecimiento y justo ahí, le llegó la oportunidad que esperaba. Hoy en día cuenta con un trabajo menos esclavizado, con un buen sueldo, en donde puede desarrollar toda su creatividad. Justo en su ambiente de trabajo, conoció a una chica que hoy en día es su pareja.
Cuando hacemos lo que amamos, es más fácil conectar con el amor en todo sentido. Todas las demás áreas se van ordenando como consecuencia.
Los cambios siempre dan temor pues no sabemos lo que viene, sin embargo, es importante fluir ante ellos. Las resistencias siempre se traducirán en dolor, retrasos y contratiempos. Nuestras culpas y miedo se convertirán en auto-negación.
En la medida en la que somos conscientes de lo que no nos pertenece, lo soltamos, nos abrimos al cambio y nos permitimos fluir, es ahí donde creamos la magia, donde nos volvemos alquimistas, donde somos capaces de transformar nuestra realidad.
Excellent post! Namaste!
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
ResponderEliminarNamaste...