Luna, Conejos y Huevos: Orígenes de la Pascua

La Pascua es la fiesta Cristiana que celebra la victoria del Dios de la Luz, representado por el maestro ascendido Jesús, sobre la oscuridad (muerte), importante notar que no necesariamente hablamos de una muerte física, pues las religiones estan llenas de alegorías y esta muerte mas que nada puede referirse a una del estilo espiritual al igual que la resurrección se conecta a un renacer interior, donde el "humano" muere y ve su nacimiento como un Ser Cristico.

El origen del nombre Pascua remonta sus origenes al nombre de la Diosa Lunar teutónica Eostre, de ahi el nombre en ingles Easter; Eostre a su vez da nombre a la hormona femenina estrógeno y ella, como tantas otras Diosas Lunares, era representada por un Conejo símbolo relacionado ya de por si con la Luna (el Conejo en la Luna...) aunado en este caso a la latente fertilidad del animalito; muchas Diosas conectadas con los ciclos reproductivos femeninos se vincularon con el Conejo como tótem de la fecundida y sexualidad terrena. 

La fiesta de Eostre se llevaba a cabo en la primer Luna Llena despues del equinoccio de primavera, tal tradición es conservada en religiones como la judía que aun observa esta fecha iniciando sus festejos relativos a la pascua (Passover Judío) en esta mismo tiempo lunar. La iglesia cristiana adapta esta tradición festejando la pascua el primer domingo, después de la primera luna llena, después del equinoccio; aún así, si el Domingo de Pascua cayera en Luna Llena, se tiene que posponer hasta el siguiente domingo, por eso es que la semana santa se vive en diferente fecha cada año.

Otra interesante practica a observar son los coloridos huevos de Pascua. La figura del huevo pretende hacer referencia a la fertilidad, renovación y fuerzas de vida, también es la representación del origen cosmico del Universo. Estos huevos representan vida en potencia, por lo cual al usar nuestra energía creativa pintandolos, mágicamente estamos transmitiendo deseos que esperamos ver manifestados en el futuro.

Si preferimos aislar esta celebración de connotaciones religiosas podemos recordar que ya desde la prehistoria y en diferentes creencias agrícolas que se extendían a lo largo de la cuenca Mediterránea, y con presencia variada en diferentes culturas alrededor del planeta, en estas mismas fechas se celebraban rituales de Fertilidad en la cosecha, rituales que regularmente tenían lugar tras la finalización de los trabajos agrícolas de siembra.