Hace algunos amaneceres caminé por la playa... me habló, me compartio su amor y calidez y me hizo ver como la vida queda reflejada entre su mar, su arena y sus habitantes...
Esta es una serie de reflexiones que no solo hablan literalmente... hay que leerlas con el corazón.
No temas llenarte de arena... siempre podrás sacudirla o encontrar agua para ayudarte.
Puedes caminar solo (a) por la playa, pero es más satisfactorio hacerlo en compañía... así sea de un perro.
Siempre quedarán huellas en la arena...y algunas veces esas huellas se cruzan y encuentran de maneras misteriosas con las de alguien más... otras, simplemente terminan borrandose por completo.
Cada ola es una nueva oportunidad de recibir algo nuevo, viene cargada de nuevas cosas o las mismas pero "revolcadas"... mira lo que cada ola trae y deja en la orilla.
Así como cada ola trae algo, algo se lleva a cambio... permite que las olas se lleven lo que ya no corresponde a ese lugar...
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