Un niño de nueve años esta ubicado en su pupitre y, de repente, hay un charco a sus pies y la parte de adelante de sus pantalones esta mojada.
Piensa que su corazon se va a detener porque no puede imaginarse como esto pudo haber sucedido.
Nunca antes le habia pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no habra final.
Cuando las niñas se den cuenta, no volveran a hablarle mientras viva. El niño piensa que su corazon se va a detener; agacha la cabeza y dice esta oracion:
“Querido Dios, esta es una emergencia! Necesito tu ayuda ahora! Dentro de cinco minutos estoy muerto!”
Piensa que su corazon se va a detener porque no puede imaginarse como esto pudo haber sucedido.
Nunca antes le habia pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no habra final.
Cuando las niñas se den cuenta, no volveran a hablarle mientras viva. El niño piensa que su corazon se va a detener; agacha la cabeza y dice esta oracion:
“Querido Dios, esta es una emergencia! Necesito tu ayuda ahora! Dentro de cinco minutos estoy muerto!”
Al levantar la cabeza despues de su oracion ve venir a la maestra con una mirada que dice que ha sido descubierto. Mientras la profesora camina hacia el, una compañera de nombre Susie va cargando un pez dorado en un acuario lleno de agua.
Susie se tropieza frente a la profesora e inexplicablemente derrama toda el agua en el regazo del muchacho. El niño aparenta estar enojado, pero al mismo tiempo esta diciendo dentro de si: “Gracias, Señor! Gracias, Señor!”'
Ahora, de repente, en lugar de ser ridiculizado, el niño es objeto de simpatia. La profesora lo lleva rapidamente abajo y le hace poner unos shorts de gimnasia mientras se secan sus pantalones. Todos los otros niños estan arrodillados limpiando alrededor de su pupitre. La simpatia es maravillosa.
Pero como asi es la vida, el ridiculo que le habria tocado enfrentar fue pasado sobre alguien mas: Susie. Ella trata de ayudar, pero le dicen que se quite: "Has hecho suficiente, torpe!"
Al final de la jornada, mientras estan esperando el bus, el niño se dirige a Susie y, en un murmullo dice: “Lo hiciste a proposito, verdad?”
Susie le responde, tambien en un murmullo: “Yo tambien moje mis pantalones una vez”.
Que la Divinidad nos ayude a ver las oportunidades de hacer bien y de ser solidarios con los que estan alrededor nuestro.
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