El Girasol siempre se vuelve hacia la luz del Sol; no importa que el sol se oculte detrás de una nube.
Tenemos que aprender a resaltar las cosas buenas que recibimos.
Aprende a ampliar los pequeños gestos positivos y conviertelos en grandes acontecimientos.
Tenemos que entrenar para ser girasoles, buscar el sol, la vitalidad, fuerza, belleza;
prepararnos para viajar, ya que la vida es nuestro mayor viaje.
Disfruta del amor profundo que alguien en un momento determinado te da..
Disfruta la sonrisa de alegría de alguien que te gusta.
Disfruta de una palabra amiga que suena reconfortante y refrescante.
Disfruta de la fiesta, la alegría, la risa.
Y cuando estemos de mal humor, tristes, desanimados o enojados, recordemos una vez más que somos girasoles.
Selecciona lo mejor de este mundo, aprecia todo lo bello y lo bueno que hay en el y mantenlo dentro de ti.
Este es el secreto para mantener un alto grado de vitalidad interior y convertirnos en un bello Girasol.
Que hermosa reflexion, si así todos tomaramos la vida, no existiria tanta envidia y competitividad entre nosotros. Sino que nos encargariamos siempre de ofrecer lo mejor de sí para brindarselo a los demás sin esperar nada a cambio
ResponderEliminarAsí es Margarita... pero podemos empezar poniendo nuestro granito de arena y convertirnos en aquello que queramos que sea el mundo... así que ¡seamos girasoles!
EliminarMuy bonito
ResponderEliminarMuy bonito
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