Que mi palabra encuentre la paz en mi mente, y mi mente en mi palabra.
¡Padre de la Luz, revélate ante mi!
Que el corazón y la mente se unan para comprender las enseñanzas de los sabios.
Que jamás me abandone lo que mi maestro me ha enseñado.
Que el estudio de los Libros Sagrados me permitan unir el día con la noche.
Que piense y exprese la Verdad.
Que Dios me proteja.
Paz, Paz, Paz.
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