El otoño es la época en la que el Dios se está preparando para morir, y regresar al vientre de la Diosa, para renacer en lo que conocemos como Navidad en el mes de Diciembre.
El equinoccio de otoño, es la terminación de las cosechas iniciadas meses atrás, una vez más, el día y la noche son iguales. Este es el gran viaje de la renovación y el renacimiento.
La naturaleza decae, disminuye su generosidad, preparándose para el invierno y su tiempo de descanso.
Los árboles se despojan de sus hojas y nos invitan a soltar lo viejo y a con el fin del ciclo, concentrarnos en la vejez y la muerte. Debemos de recordar que para renacer hay que morir. Este es el tiempo de reflexión sobre el envejecimiento y muerte, necesarios para renacer.
Es el tiempo de prepararnos para la muerte, muerte simbólica relacionada a los egos en todas sus formas. Medita sobre lo que ya no quieres en tu vida, y sobre la forma en que lograras dejarlo ir.
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