La palabra Mudrá, como comentamos anteriormente, proviene del sánscrito y hace referencia a una posición mística de las manos, la cual guía el flujo de nuestra energía al cerebro.
Entre los muchos beneficios que se señalan, se encuentran la curación de molestias y el alivio de trastornos físicos y a nivel más trascendental es un apoyo en el despertar de la consciencia, reconexión energética y desarrollo de habilidades espirituales.
Pueden ser una preparación ideal para la meditación, o bien una meditación completa en si mismos. Los mudrás se pueden combinar con asanas (posiciones del cuerpo) y con
ejercicios de respiración, con lo que se refuerza el efecto del esfuerzo
físico y respiratorio.
Para comenzar a practicar, se recomienda estar en un sitio tranquilo y concentrarse en el ejercicio; sentado en una posición cómoda, se colocan las manos con una presión ligera de los dedos, hasta sentir un
flujo de energía por el cuerpo, mientas que las manos están relajadas.
Con la practica y el tiempo podrás realizarlos en cualquier momento y lugar, en la cama, en situaciones cotidianas, aprovechando tiempos muertos, etc., solamente acomodando tus manos de acuerdo al mudrá a realizar y presionando los dedos ligeramente, como siempre, manteniendo las manos y el resto del cuerpo relajado.
¡Luz&Amor!
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