¿Cuantas veces hemos hablado de la relatividad de las cosas? ¿de que nada es bueno ni malo, simplemente ES...?
Bueno, el día de hoy traemos un ejercicio muy interesante para probar esta forma... este nace a través del blog de Mimy, donde ella nos propone un interesante experimento, el cual retomamos y les invitamos a probar...
El ejercicio consiste en dejar de juzgar absolutamente todo lo que percibimos durante un día.... ¡si! darle el día libre al juez que cargamos sobre nuestros hombros, no enjuiciar ninguna situación, persona ni hecho que nos rodea... y esto incluye no emitir juicio alguno, inclusive sobre nosotros mismos!
No juzgar a nada ni a nadie durante 24 horas.... el día libre para nuestro juez interno... tal vez en el camino encontremos nuevo personal que nos acompañe como la paciencia, la flexibilidad, la sabiduría....
Y esto no significa que el juez no retome su labor; simplemente todos necesitan vacaciones de vez en cuando. Ya sea que tu juez o jueza sea severo o relajado, intenta darle un descanso, puede que se niegue, que se vaya con gusto o que llame cada cinco minutos, cualquiera que sea tu experiencia seguramente aprenderás algo positivo que incorporar en tu día a día.
La experiencia de Mimy:
"Comprobé la tendencia a realizar juicios casi inmediatos y demasiado prematuros,
que es bueno porque es fruto de la experiencia, pero también puede
limitarnos a probar y hacer.. porque con anticipación lo estamos
calificando de malo o negativo.
Me percaté de la severidad con que a veces nos juzgamos a nosotros mismos...es cierto, gran parte de tiempo somos nuestros críticos más duros y nos damos las peores sentencias por cada error... ¨
Leer el post original de Mimy >>>
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