De acuerdo a las enseñanzas de Kundalini Yoga, cada ser
humano está formado no de 1, sino de 10 cuerpos distintos.
Yogi Bhajan, nos enseña que el sexto cuerpo es el arco de
luz, el cual es un halo que se extiende alrededor de nuestra frente de una
oreja a la otra. Las mujeres tienen un arco de luz extra, el cual abarca de
pezón a pezón, es extremadamente sensible y crea los fuertes lazos entre una
madre y su bebé.
Podríamos describir al arco de luz como el volante que da
dirección al vehículo de luz, que vendría a ser el aura. El arco de luz guía al
aura, esencialmente comunicando un estado de unión entre el cuerpo y la mente.
También crea un campo de protección que nos alerta. Aunque mucho de su trabajo
es guiarnos internamente, también proyecta información al exterior.
Los pensamientos y sentimiento crean nuestra realidad, ya
que emiten cierta vibración al Universo; el arco de luz es el transmisor que
envía la señal para que esto suceda. Que tan fuerte este tu arco de luz, es
directamente proporcional a que tan fuerte e íntegra sea esa señal. Tanto la
información que recibes como la que envías, está influenciada por el arco de
luz.
Se dice que es posible ver el arco de luz a través de
ciertas meditaciones; de hecho, los antiguos místicos practicaban diversos
ejercicios para percibirlo, y a menudo lo representaban en el arte, como un
halo alrededor de la cabeza de santos y sabios.
Puede tornarse de diferentes colores: blanco platinado,
blanco azulado, blanco, gris, rosa o verde, dependiendo del nivel de energía
que tengamos en el momento y su grosor varía desde medio centímetro hasta casi 4 centímetros.
Este cuerpo te protege de los pensamientos y proyecciones de
otros sobre ti. El arco de luz funciona como una grabadora, guardando todas tus
vibraciones, por lo que la integridad afecta directamente su fuerza. Debes de
mantener la coherencia entre lo que dices y lo que haces para lograr un arco de
luz en correcto funcionamiento.
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