Técnica del corazón para elegir los colores de tus mandalas

Hace uno días estaba leyendo el hermoso blog "Mandalas para vivir" y me encantó la técnica que nos comparte su creadora para colorear un mandala. 

Basada en esta información hemos hecho esta guía para ayudarnos a elegir los colores que se incluirán en nuestro mandala, dejando principalmente que actué nuestra intuición.

Una vez que hayas  elegido el mandala que vas a dibujar (puedes utilizar alguna de estas plantillas o bien dibujar uno propio), preparado el ambiente propicio para trabajar, te encuentras relajado y listo/a para empezar, observa toda tu colección de colores y elige los que utilizarás; separalos y disponlos de tu lado derecho si eres zurdo/a y del lado izquierdo si eres diestro/a.

Mira  el mandala situado ante ti, permitete sentirlo y conectar con el. Cierra los ojos y lleva tus dos manos al pecho, sintiendo el latir de tu propio corazón y pide a tu Ser interior que te guíe. 

Con los ojos aun cerrados, lleva la mano no predominante (derecha si eres zurdo o izquierda si eres diestro) hacia los colores y mantenla por encima de estos, mientras la mano dominante permanece aún sobre tu pecho, sintiendo tu corazón.

Permite a la mano que esta sobre los colores "elegir" uno. Con el dedo del medio, el dedo "corazón", toca sin mirar un color y tomalo; este será el primer color para tu mandala. De este modo permitimos a nuestra intuición elegir los colores, sin intervención de la mente. 

En este punto ya puedes abrir tus ojos y ahora si, con el color elegido comienza a colorear tu mandala y termina una vuelta completa; se aconseja comenzar por la parte mas externa del circulo y avanzar hacía el centro, ya que de esta manera favorecemos nuestra concentración y relajación, a menos que seas una persona muy tímida, busques abrir la comunicación o "sacar cosas" entonces hazlo a la inversa, es decir, del centro hacía afuera.

Los colores que ya hayas utilizado dejalos al otro lado para permitir que todos los demás formen parte de tu mandala. Podemos volver a juntarlos una vez que los hemos usado todos, o elegir algunos con los ojos abiertos si así lo intuimos o sentimos que el propio mandala "pide" poner cierto color en "esa" parte.